¿Pueden unas sencillas flores dar trabajo a personas con discapacidad en riesgo de exclusión? ¿Y si hablamos de flores comestibles, flores que se cultivan para servir de alimento? El proyecto Flores para el Empleo de la Fundación aragonesa Ramón Rey Ardid demuestra que por sorprendente que pueda parecer, sí es posible. La Fundación VINCI España ha apoyado este proyecto aprobado en 2016 que promueve la plantación, cultivo, mantenimiento y recogida de flores comestibles.
La inversión se utilizó para renovar y adecuar un gran invernadero de 400 m2 en la finca la Alfranca, a 10 kilómetros de Zaragoza capital. Se ha instalado una malla anti hierba, se han reparado la puerta principal de entrada y el motor de apertura de la cubierta, se ha colocado la nueva cubierta de plástico que cubre la estructura, se han montado las mesas de cultivo y se ha convertido el sistema de riego por aspersión en otro de riego por goteo.
Para Alberto Sánchez, técnico de telecomunicaciones de Spark Ibérica y padrino del proyecto, este le ha supuesto la doble satisfacción de compatibilizar su labor profesional con su colaboración con la Fundación Ramón Rey Ardid, en la que es vicepresidente de sus voluntarios. Incluso Alberto, consciente de la importancia que para VINCI tiene la seguridad en el trabajo, ha realizado una acción formativa en seguridad laboral con los chicos del taller de empleo.
La Fundación Rey Ardid ha evolucionado desde su propósito original de atender a las personas con enfermedades mentales – su nombre honra la memoria del doctor Ramón Rey Ardid, ilustre psiquiatra – para en la actualidad trabajar con cerca de 6.000 personas en situación de vulnerabilidad.
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