Una oportunidad de volver a comenzar
En algún momento de la vida necesitamos comenzar otra vez. Bien sea por un nuevo empleo, una nueva casa, un nuevo país. Pero no todos tienen los recursos tanto económicos como profesionales para hacerlo. Es por ese cambio y ese nuevo comienzo que existen asociaciones como Un Inicio que ayuda a jóvenes en situación de vulnerabilidad a que encuentren qué pueden hacer para insertarse en el mercado laboral y aprender un oficio.
La asociación Un Inicio nace con el objetivo de ayudar a jóvenes en situación de vulnerabilidad a entender el valor que tienen para la sociedad y lo que pueden aportarle. “Lo más grave es encontrarnos con chicos totalmente desahuciados. Están solos porque no tienen familia, o han vivido situaciones tan difíciles que no tienen ganas de seguir luchando. Nosotros lo que ofrecemos es un espacio para volver a comenzar y que entiendan que están aquí por un motivo, para algo”, comenta Eduardo Roselló, Director General de Un Inicio.
Es así como Leticia Martínez, directora de Compras de Omexom, al conocer la labor que hace Un Inicio, empieza en lo que será el acompañamiento a esta asociación que este año ha sido beneficiada con la ayuda de la Fundación VINCI España.
Una fundación humana y profesional
La mayoría de los jóvenes que entra en esta asociación vive en la calle o en condiciones bastante límites que juegan en contra de su superación y de tener posibilidades para salir adelante.

Cuando entran a Un Inicio encuentran un equipo comprometido con el desarrollo y la formación en el aspecto humano y profesional. La formación es clave y en especial la formación en cocina, que aprenden como oficio para que puedan desempeñarse laboralmente, pero no se deja de un lado el apoyo al individuo, por eso cuentan con un psicólogo como asesor.
“En la fundación lo que encuentran los chicos es un grupo de formación y un psicólogo. Nos encontramos con dificultades que intentamos apoyar con nuestros profesionales. Encuentran un lugar donde estos chicos serán recibidos y no serán juzgados lo que hace también que ellos no sientan miedo”, comenta Roselló.
El oficio de la cocina requiere paciencia, compromiso, concentración, entre otros valores clave que intenta transmitir Rafael Cordón, uno de los cocineros de Un Inicio que enseña a los jóvenes a ser buenos ayudantes de cocina.
“La idea es ofrecerle el mayor número de posibilidades a los jóvenes y que ellos intenten aprender hasta donde ellos puedan y hasta donde ellos quieran”.
Eduardo Roselló
Una madrina comprometida

Leticia Martínez ve en Un Inicio una oportunidad para que los jóvenes crezcan profesionalmente pero también un gran reto para ella, que apuesta por hacer seguimiento a este proyecto a través de la formación.
“Ayudaré como madrina con unos cursos de formación que duran tres meses y de forma dinámica sumar herramientas a ese aprendizaje que están teniendo para que puedan ponerlo en práctica”
“Juntos se puede, se puede conseguir, y la Fundación VINCI España estará para ayudarlos y en especial estaré yo”, dice Leticia.
Para conocer más de este proyecto puede leer la página web: www.uninicio.org
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